Parkinson: causas, síntomas y tratamientos

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El 11 de abril se celebra el día mundial del Parkinson. Esta enfermedad es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva, que afecta a 40 millones de personas en el mundo. Es una de las enfermedades que se enmarca dentro de los llamados Trastornos del movimiento, como es también el Alzhéimer.

Características del Parkinson

La pérdida o degeneración de neuronas en la parte media del cerebro es una de las características principales de esta enfermedad. Esta pérdida de neuronas provoca la falta dopamina en el organismo. La dopamina es una sustancia que transmite la información necesaria para que podamos movernos. Por lo que la falta de dopamina hace que no podamos controlar nuestros movimientos y da lugar a temblores en reposo o rigidez a nuestro cuerpo, síntomas habituales en el Parkinson.

¿Cuáles son las causas del Parkinson?

En la actualidad no se conoce la causa principal del Parkinson, pero sí se reconoce una serie de factores medioambientales, genéticos, además del envejecimiento de nuestro organismo. Éstos son los factores principales para el desarrollo del Parkinson:

  • Edad: la edad media del inicio de la enfermedad está entre los 55 y los 60 años. Aunque hay que tener en cuenta que puede aparecer antes de los 50, lo que se denomina enfermedad de Parkinson de inicio temprano.
  • Genética: aunque el 90% de los casos no están relacionados con la genética, entre el 15 y el 25% de los pacientes tienen algún familiar también con Parkinson.
  • Factores medioambientales.

Evolución del Parkinson

La enfermedad del Parkinson es progresiva y diferente en función de la persona.

10 síntomas que pueden alertarnos de la aparición del Parkinson:

  • Pérdida del olfato.
  • Cambios en la expresión.
  • Habla en voz baja.
  • Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara.
  • Al escribir la letra es más pequeña de lo habitual.
  • Problemas de equilibrio y coordinación.
  • Problemas con el sueño.
  • Lentitud de los movimientos.
  • Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco. Y encorvamiento de la espalda.

También hay otra serie de síntomas relacionados con el Parkinson: trastornos afectivos, somnolencia, insomnio, síndrome de las piernas inquietas, sudoración excesiva, nauseas, alteraciones visuales, fatiga, pérdida de peso, etc.

Desde 1967 de diferencian diferentes estadíos de la enfermedad del Parkinson:

  • Estadío I: afecta a un lado del cuerpo.
  • Estadío II: afecta a ambos lados del cuerpo, sin alterar el equilibrio.
  • Estadío III: afecta a ambos lados del cuerpo con alteración del equilibrio.
  • Estadío IV: crece el grado de dependencia del paciente.
  • Estadío V: dependencia es total.

 Tratamiento para el Parkinson

Esta enfermedad se desarrolla de manera diferente en cada persona. Lo importante es tener un seguimiento médico y un tratamiento personalizado. Para tratar la enfermedad hay una serie de medicamentos que prescribe el facultativo en función de las necesidades el paciente.

Para poder ayudar al paciente existen una serie de tratamientos no farmacológicos que pueden ayudarle:

  • Fisioterapia: puede ayudar a mejorar el control del cuerpo, la postura, la estabilidad y disminuir la rigidez.
  • Logopedia: ayuda a mejorar los trastornos de la comunicación.
  • Psicología: es importante ayudar al paciente a gestionar sus sentimientos y mejorar las alteraciones de conducta que puedan aparecer.

¿Puede ayudar la alimentación a prevenir el Parkinson?

Hay investigaciones que sugieren que la alimentación puede ayudar a afrontar mejor la enfermedad a los pacientes con Parkinson.

Los estudios hablan de los alimentos con antocianinas, un tipo de antioxidantes que ayudan al buen funcionamiento de las células nerviosas. Los antocinaninas tienen un color rojo intenso y también nos ayudan a reducir el colesterol y cuidar nuestra salud cardiovascular.

En qué alimentos podemos encontrar esta sustancia:

  • Arándanos, ciruelas, higos, maracuyá, mora, uva negra, bayas, cerezas, frambuesas, fresas, granadas, manzana roja, sandía, ciruela, pimientos, remolachas, tomates, rábanos.
  • Alimentos ricos en L Dopa: Como el factor desencadenante de esta enfermedad es el déficit de dopamina, podemos ayudar con la nutrición a que este déficit no sea tan rápido. Lo ideal son dietas son sin grasas, ni lácteos y sin demasiadas. Para aumentar la dopamina podemos incluir habas verdes con la vaina incluida, judías verdes, o los plátanos.
  • Alga Chlorella: absorbe todos los elementos tóxicos de nuestro organismo y los elimina. Se puede añadir y comer cruda en comidas como por ejemplo en las ensaladas, además de adquirirla en herbolarios.

Otras recomendaciones en cuanto a la alimentación para los pacientes con Parkinson:

  • Realizar comidas frecuentes y poco abundantes (por ejemplo, 5 o 6 tomas al día).
  • Variedad de alimentos, aunque teniendo en cuenta los gustos del paciente.
  • Hacer los platos atractivos.
  • Texturas suaves y homogéneas.

Recuerda:

  • Es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva.
  • La enfermedad del Parkinson es progresiva, con diferentes procesos y puede ser diferente también en función de la persona.

 

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