La capacidad de hablar es lo que nos diferencia. El lenguaje verbal es algo tan personal e importante que nos hace único, auténticos y, en definitiva, ser nosotros mismos. Por eso, cuidar nuestra voz es muy importante, no solo en nuestro día a día, sino para establecer relaciones personales.
¿Por qué debemos cuidar nuestra voz?
A pesar de que la voz es una forma de interrelacionarnos y, en algunos casos, una herramienta de trabajo, en general no estamos concienciados de lo importante que es cuidarla. Prestarle atención diariamente nos ayudará a prevenir enfermedades asociadas y preservar la salud de nuestro organismo en general. Al cuidar la voz, también, estaremos protegiendo nuestra garganta, cuerdas vocales e incluso las vías respiratorias.
Enfermedades de la voz
Acudir al otorrinolaringólogo es el primer paso cuando detectamos algún problema. Él se encargará de hacer un diagnóstico y de prescribir un tratamiento adecuado a nuestras necesidades. En muchos casos, en conexión con este experto trabaja el logopeda, quien se encargará de las posibles alteraciones en la comunicación o dicción.
- Afonía: es una de las enfermedades más comunes de la voz, producida por la pérdida total de la capacidad de hablar. Entre sus causas, las más habituales son el haber realizado un abuso de las cuerdas vocales, las irritaciones ambientales, el tabaco o el alcohol.
- Disfonía: a diferencia de la patología anterior, con ésta perdemos la calidad de nuestra voz. Es decir, nos veremos obligados a forzar nuestra garganta para poder comunicarnos, lo que nos provocará irritación.
- Laringitis: consiste en una inflamación de las cuerdas vocales a causa de un mal uso, infecciones, alergias o virus. A pesar de que no suele durar más de unos días, en algunos casos puede convertirse en crónica.
- Nódulos: con protuberancias benignas que se desarrollan en las cuerdas vocales por el exceso de uso de las mismas. Lo que provoca voz rasposa y disfonía.
- Pólipos: son pequeños tumores, normalmente benignos, que se producen en las cuerdas vocales. Entre sus causas están el llevar un mal cuidado bucal, hablar en exceso y tener hábitos perjudiciales, como fumar.
- Tensión muscular: es una alteración provocada por forzar la voz o el cansancio acumulado, lo que deriva en los músculos de la garganta se tensen y nos duelan.
- Parálisis de las cuerdas vocales: es una reacción de nuestro cuerpo que se puede producir por una inflamación, a raíz de operaciones o tumores.
¿Cómo mantener sana nuestra voz?
Prevenir estas enfermedades es una tarea esencial que deberemos realizar diariamente si queremos tener una buena voz. El principal consejo que debemos seguir es no gritar, así como mantener una dieta rica en minerales y vitaminas, evitando el consumo excesivo de alimentos picantes. Mantenernos hidratados también es muy beneficioso.
Por el contrario, el alcohol o las bebidas muy frías o calientes no nos ayudarán. Asimismo los factores externos como las temperaturas extremas o la exposición al humo del tabaco, aunque sea de forma indirecta, también pueden perjudicarnos.
Recuerda:
- Cuidar la voz es muy importante para nuestra salud en general ya que estaremos protegiendo nuestra garganta, cuerdas vocales y vías respiratorias.
- Gritar, el tabaco, el alcohol o las bebidas muy frías pueden causarnos problemas en la voz tales como pólipos, afonía o laringitis.
- No olvides consultar a tu otorrinolaringólogo si notas algún problema en la voz o en tu aparato fonador.