El comienzo de un nuevo año suele suponer una nueva oportunidad para plantearnos nuevas metas, y este 2025 no tiene por qué ser una excepción. Este año puede ser un buen momento para enfocarnos en nuestras familias. Pero, ¿cómo lograrlo? Estos son 5 propósitos familiares para fortalecer los lazos familiares.
Cocinar en familia: el ingrediente secreto para hacer equipo
Pasar un buen rato mientras cocinamos en familia puede suponer todo un reto para la paciencia, pero es posible. En cualquier caso, es una oportunidad distendida para aprender sobre alimentación saludable e incluso crear tradiciones. Por ejemplo, hacer pizza casera todos los viernes.
Puedes enseñar a tus hijos las recetas familiares más típicas a la vez que fomentas un espacio de colaboración y trabajo en equipo. A su vez, les inculcas un recurso tan importante como es cocinar de cara a su vida adulta.
Inaugura las noches sin pantallas
Establece una noche semanal con actividades como juegos de mesa, cuentos, acertijos o manualidades. Estas actividades fomentan la creatividad y la comunicación, y ayudan a alejarse durante un tiempo de los dispositivos electrónicos. Además, ayuda a prevenir problemas de visión asociados al uso de pantallas, como el ojo seco.
Propósitos familiares o más personales, como hacer ejercicio
El inicio del año es el momento perfecto para incorporar actividad física a nuestras rutinas como un propósito familiar. Estas actividades pueden incluir salir a caminar por el parque, apuntarse a una carrera apta para familias o incluso bailar juntos en el salón.
El ejercicio en familia mejora no solo la salud física, sino también el estado de ánimo y el sentimiento de equipo, y previene trastornos de la conducta y comportamiento antisocial en edades tempranas. En este sentido, puede ser una buena idea registrar cuántos pasos da cada miembro durante el día y convertirlo en una competición intrafamiliar sana.
Una comida familiar diaria: el poder de la mesa compartida
El 2025 puede ser el año en el que conviertas las comidas familiares en una prioridad. Sentarse juntos a la mesa es un acto que fomenta la comunicación y la conexión emocional. Para lograrlo, es importante eliminar las distracciones como los teléfonos y prestar atención a la conversación que surge en la mesa.
Las comidas en familia pueden convertirse en un espacio relajado y de confianza donde los hijos se sientan cómodos para expresar sus sentimientos e ideas. Es una oportunidad para entender qué pasa por sus mentes, detectar si algo les preocupa o si están enfadados, y brindarles el apoyo que necesitan.
Repartir las tareas: propósitos familiares que fomentan la responsabilidad
Este nuevo año puede ser ideal para aprender el valor del trabajo en equipo. Esto implica asignar pequeñas tareas del hogar según la edad de cada miembro, para que las tareas no recaigan en una sola persona. Además de fomentar la responsabilidad y la empatía, estas acciones preparan a los más pequeños para sus obligaciones en el futuro.
Para hacerlo más divertido, se puede añadir música mientras limpian o convertir las tareas en un juego, como ver quién lo hace mejor en menos tiempo. Es clave invitar a participar en lugar de imponer tareas, con el objetivo de generar un ambiente colaborativo.