Durante la época estival la exposición al sol es mayor, por lo que es fundamental cuidar todavía más la piel. Con la llegada del buen tiempo es necesario conocer los riegos a los que exponemos nuestra piel y ser conscientes de que tomar el sol sin la protección adecuada puede producirnos manchas y provocar enfermedades muy peligrosas como el melanoma. ¿Qué protección debemos tener de la piel en verano?
¿Qué son los protectores solares?
La mejor forma de protegernos del sol y evitar enfermedades es el protector solar, un agente que ayuda a prevenir que los rayos ultravioletas (UV) lleguen a la piel.
Existen dos tipos de radiación ultravioleta:
- rayos UVA, que son los que penetran de forma más profunda y se asocian con las arrugas y la pérdida de elasticidad de la piel.
- rayos UVB, que son los que causan los daños a la piel y aumentan el riesgo de cáncer.
Los protectores solares están caracterizados por tener un FPS (Factor de Protección Solar) que suele ser mayor de 15 y es la medida de capacidad que tiene la crema para evitar que los rayos UVB dañen la piel. Si la piel tarda unos 20 minutos en ponerse roja sin protección, al utilizar un FPS se tarda 15 veces más. Sin embargo, a pesar de la protección que pueda aportar la crema, es necesario aplicarla cada dos horas para que la piel se encuentre todavía más protegida.
Recomendaciones para la protección de la piel en verano
El protector solar dependerá siempre del tono de piel de cada persona, aunque los dermatólogos recomiendan un bloqueador solar de 30. Además, es importante que sea resistente al agua y al sudor puesto que, el efecto puede ser menor y nuestra piel puede quedar más expuesta.
Por otro lado, se recomienda aplicar el protector solar media hora antes de exponerse para dar tiempo a la piel a que absorba el protector y así obtener mejores resultados.
Además, se deberían evitar las horas del mediodía puesto que la radiación es más fuerte y nuestra piel puede sufrir los efectos negativos del sol.
Recuerda:
- Tomar el sol es beneficioso porque nos aporta Vitamina D.
- Es necesario protegerse con protectores solares para UVA y UVB.
- Hay que evitar exponerse al sol durante el mediodía, cuando la radiación es más fuerte.