Cada persona tiene un olor corporal propio, más sutil o más fuerte, y que es característico. Aunque nos cuesta percibir nuestro propio olor, es habitual que podamos reconocer y recordar el olor de personas cercanas. Además, este olor irá cambiando con el tiempo y será diferente en distintas zonas del cuerpo.
No obstante, la dieta, el ejercicio, los niveles hormonales, los fármacos o una enfermedad pueden causar que nuestro olor corporal cambie. Tanto es así, que en algunos casos incluso puede servir como indicador de que algo está fallando en nuestro cuerpo.
Causas comunes del mal olor corporal
Es importante estar alerta si detectamos un cambio en nuestro olor corporal, ya que puede ser debido a una alteración de la salud o algún hábito que debemos cambiar.
- Estrés: cuando nos sentimos estresados o ansiosos, nuestras glándulas producen más sudor, que se mezcla con las bacterias que hay en la piel, produciendo mal olor.
- Glucosa alta: las personas con glucosa alta suelen tener un olor corporal que recuerda a la acetona y a manzanas podridas. En este caso, es importante acudir al médico, ya que puede ser un indicativo de diabetes.
- Problemas renales: cuando existe un mal funcionamiento de los riñones, el olor corporal y de la orina cambian porque el cuerpo intenta eliminar las toxinas o bacterias que causan el problema. En este caso, suele aparecer un olor similar al del amoniaco.
- Falta de carbohidratos: cuando en nuestra alimentación faltan carbohidratos, nuestro cuerpo comienza usar las reservas de grasa. Este proceso se conoce como cetosis y se utiliza en algunas dietas de adelgazamiento. En este caso, tanto el aliento como el olor corporal son fuertes y huelen dulce, como a fruta muy madura. Si notas ese olor y no estás siguiendo una de estas dietas, deberás vigilar tu alimentación.
Bromhidrosis: el olor del cuerpo como enfermedad
Como hemos visto, el mal olor corporal puede ser indicativo de dolencias o desajustes, pero también puede ser una enfermedad por sí mismo: la bromhidrosis.
Esta afección tiene su origen en un mal funcionamiento de las glándulas apocrinas, localizadas principalmente en la piel de las axilas, pies, genitales y pecho. Cuando se tiene bromhidrosis, el sudor que producen estas glándulas contiene unas ceramidas que, mezcladas con las bacterias de la piel, producen mal olor.
La causa puede ser genética y suele presentarse tras la pubertad, cuando las glándulas apocrinas comienzan a funcionar. En estos casos, el mal olor es una cuestión de salud, por lo que se deben consultar las distintas opciones de tratamiento con un dermatólogo.
Recuerda:
- Estando sanas, todas las personas tienen un olor corporal característico.
- Un cambio en el olor o en su intensidad puede ser indicativo de una enfermedad, una mala alimentación o de estrés.
- En algunas personas, el olor corporal fuerte se debe a una alteración de las glándulas apocrinas que debe ser consultada con el dermatólogo.