La boca seca, también conocida como xerostomía, es un síntoma que puede nos puede afectar a todos en cualquier momento. Se caracteriza por una sensación persistente de sequedad y pegajosidad en la boca que no se alivia con la ingesta de agua. A menudo, la boca seca va más allá de ser una molestia temporal y puede tener diversas causas subyacentes.
Los síntomas comunes de la sequedad bucal incluyen una sensación constante de tener la boca seca y pegajosa, y la saliva espesa y viscosa. Además, se suele acompañar de mal aliento, dolor e irritación bucal, dificultades para hablar y tragar, llagas en la boca y labios resecos.
¿Por qué se produce?
La sequedad bucal puede aparecer por una gran variedad de motivos. Estos son los más comunes:
- Medicamentos: muchos medicamentos, como los antidepresivos, ansiolíticos, antihipertensivos o antihistamínicos pueden tener este efecto secundario.
- Algunas enfermedades: la diabetes, la anemia, la candidiasis oral, el VIH, el alzhéimer y algunas enfermedades autoinmunes pueden contribuir a la xerostomía.
- Tratamientos médicos: la extirpación de las glándulas salivales, la radioterapia y la quimioterapia, en particular si se centran en la cabeza o el cuello, pueden disminuir la producción de saliva y causar sequedad bucal.
- Algunos hábitos: roncar, respirar por la boca o fumar son costumbres que pueden contribuir a la boca seca.
- Cirugías o lesiones en la cabeza y el cuello: cualquier intervención que afecte a los nervios relacionados con la producción de saliva puede causar sequedad bucal.
Por estos motivos, en muchas ocasiones el mejor tratamiento para la boca seca es el abordaje de la causa que la provoca. En este sentido, es recomendable consultar con un médico de qué manera podemos tratar la sequedad bucal en nuestro caso particular.
4 simples remedios para mejorar la boca seca
A pesar de que el mejor abordaje para la boca seca es el tratamiento de la condición que la provoca, existen algunos remedios útiles para aumentar la salivación. Estos son 4 de ellos:
- Estimula las glándulas salivales: chupar caramelos o masticar chicles, preferiblemente con xilitol, puede ayudar a aumentar la producción de saliva.
- Mantén la hidratación: beber agua con regularidad es esencial. Pero, además, recuerda incluir en tu dieta sopas, cremas y otros líquidos que pueden ayudar a mantener la cavidad oral hidratada.
- Evita sustancias irritantes: el alcohol y el tabaco son conocidos por contribuir a la sequedad bucal. También, reduce o evita las bebidas como el café y el té.
- Higiene oral: cepillarse los dientes después de cada comida con pasta dental que contenga flúor, usar cepillos de cerdas suaves y enjuagues bucales sin alcohol son prácticas que pueden mantener la boca en mejores condiciones.
Si la situación no mejora o la sequedad bucal persiste, será necesario acudir al médico para buscar la causa subyacente que la provoca. Además, recuerda que las visitas regulares al odontólogo permiten mantener la salud bucal en condiciones óptimas.