La inflamación es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante lesiones o agentes dañinos, como las infecciones. Esta respuesta es beneficiosa en muchos casos, ya que es imprescindible para la protección de nuestro organismo. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede convertirse en un problema de salud. Por eso cada vez se habla más de la dieta antiinflamatoria.
Esta dieta, que se ha popularizado a través de las redes sociales, ha demostrado ser eficaz en la prevención de enfermedades relacionadas con la inflamación crónica. Por ejemplo, la artritis, la enfermedad de Crohn o el lupus. Pero, ¿en qué consiste exactamente la dieta antiinflamatoria?
Alimentos clave en la dieta antiinflamatoria
La dieta antiinflamatoria se basa en la idea de que ciertos alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y ayudar a reducir los síntomas de las enfermedades que causan inflamación. Estos son algunos de ellos:
- Alimentos integrales: los alimentos integrales, como las legumbres, frutas y verduras, tienen un bajo índice glucémico y son ricos en fibra. Estos se han relacionado con la reducción de la inflamación.
- Ácidos grasos omega-3: el pescado graso (salmón y sardinas) y las nueces, entre otros alimentos ricos en omega-3, tienen propiedades antiinflamatorias.
- Alimentos ricos en fitoquímicos: son antiinflamatorios también los carotenoides, flavonoides, compuestos organosulfurados y ácidos fenólicos. Estos compuestos están presentes en frutas y verduras, como las bayas, los cítricos, las espinacas y la cebolla.
- Aceite de oliva y cacao puro: el aceite de oliva es una de las mayores fuentes de grasas saludables. Paralelamente, el cacao puro contiene antioxidantes.
Sin embargo, además de la ingesta de estos alimentos, el ayuno nocturno tiene un papel clave en la dieta antiinflamatoria. Esto se debe a que la digestión lleva asociada procesos oxidativos. De ahí la recomendación de evitar ingestas después de la cena.
¿Qué alimentos es necesario limitar en la dieta antiinflamatoria?
Aprovechar los beneficios de la dieta antiinflamatoria conlleva evitar ciertos alimentos asociados a la inflamación. Son, fundamentalmente, los siguientes:
- Azúcares añadidos: los refrescos y dulces como pasteles y galletas pueden provocar picos de azúcar en sangre. Este aumento del índice glucémico está asociado a mayores niveles de inflamación.
- Carnes procesadas: las salchichas y embutidos suelen contener aditivos y grasas saturadas que pueden contribuir a la inflamación.
- Grasas saturadas: las grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como la carne roja y los productos lácteos enteros, pueden aumentar la inflamación.
Además, en la dieta antiinflamatoria es absolutamente necesario evitar el consumo excesivo de alcohol. Las bebidas alcohólicas pueden irritar el revestimiento intestinal, desencadenando una respuesta inflamatoria.
Pros y contras de la dieta antiinflamatoria
Ahora que sabemos qué alimentos forman parte de la dieta inflamatoria, es momento de conocer sus 3 principales beneficios:
- Reducción de la inflamación: como indica su propio nombre, el beneficio más destacado de este patrón alimentario es su capacidad para reducir la inflamación crónica.
- Mejora de la salud cardiovascular: como toda dieta rica en antioxidantes, fibra y omega-3, la antiinflamatoria favorece la reducción de los niveles del “colesterol malo” y disminuye el riesgo de otras enfermedades cardíacas.
- Control del peso: al fomentar la ingesta de alimentos integrales y altamente nutritivos, la dieta antiinflamatoria ayuda a mantener un peso saludable.
Sin embargo, debes saber que la dieta antiinflamatoria puede conllevar 3 riesgos que es necesario tener en cuenta antes de iniciarla:
- Implica restricciones alimentarias: al requerir la eliminación de ciertos alimentos, esta dieta exige la búsqueda de fuentes alternativas de algunos nutrientes.
- Dificultades en situaciones sociales: esto es algo que sucede con muchas dietas, y también con la antiinflamatoria. Si asistimos a eventos sociales o comemos fuera de casa, puede ser complicado encontrar opciones disponibles.
- Falta de evidencia definitiva: si bien es cierto que ya ha demostrado resultados, todavía no existe evidencia científica concluyente de su efectividad en todas las personas.
Precisamente por este último motivo es muy importante comprender que la dieta antiinflamatoria no es de “talla única”. Es crucial adaptarla no solo a nuestras necesidades, sino también a nuestras preferencias.
Por eso, antes de iniciarla, lo más recomendable es consultar con un especialista para que determine si es apropiada o no para nosotros. Solo con la orientación adecuada podremos aprovechar todos los beneficios demostrados de la dieta antiinflamatoria y dar un paso más para favorecer nuestra salud.