La reserva ovárica es la cantidad de potenciales óvulos (ovocitos) que una mujer tiene en los ovarios en un momento determinado de su vida. Mientras que la producción de espermatozoides en los hombres es constante desde la pubertad, las mujeres nacen con una cantidad de ovocitos limitada.
Los ovocitos son las células precursoras inmaduras de los óvulos, que se encuentran “hibernando”. Con cada menstruación, varios ovocitos se activan, pero tan solo uno de ellos consigue madurar por completo y estar preparado para poder ser fertilizado.
Al nacer, las mujeres tienen de 1 a 2 millones de ovocitos, y llegan a la adolescencia con alrededor de 500.000. A partir de la pubertad, durante la vida fértil, suceden alrededor de 400 ovulaciones en las que se van perdiendo los ovocitos. El descenso de la reserva ovárica más significativo comienza a partir de los 35, y se acelera anualmente hasta llegar a la menopausia, cuando el depósito se agota.
¿Cómo afecta la reserva ovárica a la fertilidad?
La reserva ovárica es importante para la fertilidad, pero no determinante. Su relevancia reside en que, cuantos más ovocitos queden, mayor será la probabilidad de embarazo.
De cualquier manera, el recuento es un indicativo de la cantidad de óvulos disponibles, pero no de su calidad. Una mujer que tenga una reserva ovárica baja puede quedarse embarazada si el óvulo fecundado es de buena calidad. En cambio, se puede tener cantidad de ovocitos alta pero de menor calidad, principalmente por la edad, que es el factor que más afecta a la fertilidad.
¿Cómo se mide?
Existen diferentes métodos para medir la cantidad de óvulos que contienen los ovarios:
- Medición de los folículos antrales: a través de una ecografía intravaginal, se observan y contabilizan, entre los días 3 y 5 de cada regla, los folículos antrales. Dentro de estos folículos, que son como “bolsitas de líquido”, se encuentran los ovocitos. Si hay menos de 7 folículos entre los dos ovarios, podría deducirse una cantidad baja de ovocitos.
- Análisis de la hormona antimulleriana (AMH): esta hormona se produce en los folículos antrales, por lo que valores altos en un análisis de sangre indican una alta cantidad de ovocitos. Se puede medir en cualquier día del ciclo, ya que su concentración es muy estable.
- Análisis de la hormona foliculoestimulante (FHS): esta hormona se encarga de estimular la maduración de los óvulos. A medida que la reserva ovárica disminuye, se necesita liberar más FHS para estimular los ovarios. De esta manera, valores elevados de esta hormona indican una baja reserva ovárica.
Aunque no es posible regenerar la reserva ovárica, sí que se puede preservar, por ejemplo, mediante una dieta rica en antioxidantes. Por el contrario, el consumo de alcohol o tabaco, el estrés, la obesidad o el sobrepeso son factores que favorecen el deterioro de la reserva ovárica.