Recientemente ha aumentado el número de personas que han decidido eliminar la lactosa de sus dietas. ¿El motivo? Existe una creencia cada vez más popular de que los productos sin lactosa son más digestivos y beneficiosos para la salud.
Sin embargo, esta moda no está respaldada actualmente por la ciencia y podría tener consecuencias negativas para la salud. Pero ¿qué es la lactosa y cuáles son sus beneficios?
¿Qué es exactamente la lactosa?
La lactosa es una molécula compuesta por dos azúcares simples: la glucosa y la galactosa. La lactosa se encuentra principalmente en la leche y productos lácteos, y cuenta con diversos beneficios para la salud:
- Es una fuente de energía rápida: la glucosa y la galactosa son azúcares que nuestro cuerpo absorbe rápidamente para proporcionarnos energía inmediata.
- Mejora la salud intestinal: la lactosa favorece el crecimiento de bifidobacterias en el intestino, contribuyendo a frenar el deterioro de algunas funciones inmunitarias.
- Facilita la absorción de minerales: la presencia de lactosa en la dieta puede mejorar la absorción de minerales esenciales como el cobre, el zinc o el calcio.
En este sentido, cabe destacar que el calcio que incluyen los productos lácteos también es muy necesario para nuestro cuerpo. En concreto, es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los huesos, y para mantener una adecuada densidad y masa ósea.
¿Qué consecuencias tiene eliminar la lactosa sin necesidad?
Es cierto que algunas personas pueden tener intolerancia a la lactosa debido a la falta de lactasa, la enzima que la descompone. La intolerancia a la lactosa debe diagnosticarse mediante pruebas específicas, y no es necesario eliminarla completamente de la dieta. De hecho, en la actualidad, se recomienda la reducción de la ingesta de lactosa, más que una dieta restrictiva.
Eliminar la lactosa de la dieta sin un motivo justificado puede llevar a deficiencias nutricionales. Los productos lácteos son una fuente rica de proteínas de alta calidad, vitaminas como la D y la B12, y minerales esenciales. Su exclusión puede provocar insuficiencias que afecten negativamente la salud ósea, muscular y general.
Además, la eliminación de la lactosa puede reducir la producción de la enzima lactasa en el intestino, debido a que esta es dependiente del consumo que se haga de la lactosa. Este proceso, conocido como desadaptación enzimática, puede hacer que incluso pequeñas cantidades de lactosa sean mal toleradas en el futuro.
Es importante incidir en que la eliminación de ciertos componentes como la lactosa o el gluten de la dieta por moda normalmente son contraproducentes. Por ello, es crucial consultar con un profesional sanitario que evalúe correctamente este tipo de intolerancias antes de eliminarlos por iniciativa propia.