El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico que consiste en un impulso por mover las piernas. Esta sensación se acompaña por molestias parecidas a un hormigueo o pinchazo. Esto aparece mientras estamos en reposo, ya sea acostados o sentados, y se alivia al movernos.
Es muy común que se experimenten estos movimientos involuntarios durante las horas de sueño y, por lo general, estas sacudidas suelen durar entre 20-30 segundos e interrumpen nuestro sueño.
Además, si bien este trastorno lo puede sufrir cualquier persona a cualquier edad, es más común en personas mayores de 40 años. Por otro lado, también puede surgir por otra situación médica como insuficiencia renal, anemia, fibromialgia, embarazo e incluso como efecto secundario de algún fármaco. La evolución de este síndrome suele ser progresiva.
Causas del síndrome de piernas inquietas:
Al ser un trastorno neurológico la causa de este se debe a un mal funcionamiento de la dopamina, sustancia que se encarga de regular los movimientos de nuestro cuerpo.
El funcionamiento de la dopamina depende del hierro. Si los niveles de hierro están por debajo de lo normal, la dopamina no funciona correctamente. Por ello, comienzan a aparecer estas sensaciones molestas y movimientos involuntarios en nuestras piernas. Un 40% de los pacientes poseen un historial familiar, por esto se considera una enfermedad hereditaria.
Síntomas del síndrome de las piernas inquietas:
La¨sensación molesta” que experimentamos en nuestras piernas se suele traducir en hormigueos, calambres, dolor, nerviosismo y pinchazos. No obstante, las características principales son:
- Necesidad mover las piernas incluso cuando no sintamos el hormigueo.
- Inicio o empeoramiento de los síntomas al permanecer en estado de reposo, ya sea mientras estamos acostados en cama o en un viaje
- Sentir que el hormigueo desaparece o disminuye al movernos o caminar.
- Empeoramiento de los síntomas a la hora de la tarde o por las noches, lo que afecta nuestra calidad de sueño.
¿Hay algún tratamiento?
No hay ningún tratamiento o medicamento específico para este síndrome. Pero podemos adoptar ciertas medidas para reducir los síntomas.
En un principio, debemos identificar si estamos tomando algún medicamento, entre ellos antihistamínicos, sedantes o antidepresivos, que nos pueda afectar. Aunque puede tener otras causas.
Para mejorar los síntomas, es importante que regularicemos nuestro horario de sueño ejercitándonos con regularidad y reduciendo el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco y café.
En caso de que los síntomas sean cada vez más frecuentes, debemos plantearnos la posibilidad de acudir al especialista e iniciar un tratamiento con medicamentos. En este sentido, se utilizan fármacos que tratan otras enfermedades como parkinson y epilepsia en dosis muy baja.
Recuerda:
- El síndrome de piernas Inquietas es un trastorno neurológico que afecta a una gran parte de la población.
- Si experimentamos estas sensaciones molestas en nuestras piernas debemos acudir a un doctor que identifique la causa de este problema.