Fin de Año es una de las celebraciones más transversales de todo el planeta. Cuando la franja horaria así lo dicta, toca celebrar el cierre de un ciclo y dar la bienvenida al año nuevo. Se trata de un momento muy especial, y no es extraño que hayan nacido tradiciones y supersticiones relacionadas con el Fin de Año por doquier.
En España han calado las 12 uvas al ritmo de las 12 campanadas del reloj de Puerta del Sol, pero no todos los países despiden el año de esta manera. Por ejemplo, es conocido el caso de Italia: desde los tiempos de la Roma antigua, los italianos comen un tazón de lentejas para atraer riqueza en el año nuevo. Pero, ¿sabes cómo se celebra Fin de Año en otros países?
Dinamarca: romper platos y saltar sillas
Nochevieja es el día elegido por la monarquía danesa para ofrecer un discurso al país. Esto es importante porque, al término del discurso, los daneses comienzan la cena de Fin de Año, que suele ser bacalao hervido.
Cuando la medianoche se acerca, es momento de prepararse para la cuenta atrás. Es tradición entrar al nuevo año saltando, por lo que es muy común que los daneses se suban a la silla y, cuando suena la primera campanada, salten.
Además, también está asociado a la buena suerte para el resto del nuevo año romper la vajilla. Esto se debe a que antiguamente era común romper los platos contra las puertas de las casas de los seres queridos como muestra de cariño.
El agua por la ventana en Uruguay
En Uruguay, la noche de Fin de Año se parece bastante a la española: se comen 12 uvas, una por campanada, para tener buena suerte durante el año. Sin embargo, hasta ahí llegan los parecidos. En este país, después de celebrar la llegada del nuevo año, se tira un cubo de agua por la ventana. Esta acción simboliza la expulsión de todos los males para comenzar el año con buena energía.
Además, tanto Uruguay como otros países de Latinoamérica comparten la costumbre de salir de casa a medianoche con una maleta para asegurarse un viaje durante el año que entra.
Fin de Año místico en Japón
En Japón también son tradicionales las campanadas para dar paso al año nuevo. Sin embargo, no son 12 como en España, sino 108. De ellas, 107 se dan durante el año que se despide, mientras que la última suena después de las 12. Además, estas campanadas no solo se ven por televisión, ya que todos los templos budistas del país las tocan.
Existe un plato típico muy específico para la cena de Nochevieja japonesa. Se llama toshikoshi-soba, y son unos fideos finos de trigo que se sirven en un plato de caldo que lleva varios ingredientes, entre ellos, salsa de soja y bonito.
También es costumbre que durante las primeras horas del año nuevo se acuda a un templo o santuario para rezar. El objetivo es atraer la buena suerte para los siguientes 12 meses.