Cuando planeamos un viaje, no solemos pensar en la posibilidad de que algo vaya mal. Sin embargo, pueden suceder multitud de imprevistos, desde perder un vuelo o nuestro equipaje, hasta necesitar atención médica o tener que anular las reservas en el último momento. Estas son circunstancias que debemos prever antes de comenzar las vacaciones. Por este motivo, sea cual sea el destino, es recomendable contratar un seguro de viaje tan pronto como hagamos las primeras reservas. De esa forma, el seguro se hará cargo de cualquier imprevisto antes o durante la estancia y podremos disfrutar sin preocupaciones. ¿Cuáles son los beneficios de tener un seguro de asistencia en viajes?
Al preparar la escapada, lo más importante que debemos tener en cuenta son las fechas y el destino de la escapada. De hecho, algunos países piden al viajero tener un seguro para entrar en su territorio. Existen distintos tipos de seguros para cada ocasión, tanto si se trata de unas vacaciones, una serie de trayectos a lo largo de un año o un tiempo de estudios en el extranjero.
¿Cómo cubre un seguro de asistencia en viajes la atención sanitaria?
La atención sanitaria es uno de los puntos más importantes de los seguros de viajes. Un accidente o una enfermedad en otro país puede arruinar nuestras vacaciones y generar importantes gastos sanitarios. Así, de no contar con un seguro, deberemos afrontar todos estos gastos por nuestra propia cuenta.
Para estar bien protegidos, es importante que el seguro cubra aspectos fundamentales como:
- Recibir atención médica y sanitaria.
- Acceder a transporte sanitario.
- Envío de medicamentos.
- Recibir atención odontológica urgente.
- Acceder a transporte de acompañantes.
- Ser repatriados al país de origen cuando sea necesario.
- Que un familiar se desplace desde el país de origen.
- Prolongar nuestra la estancia por prescripción médica. Esto es especialmente importante si debemos permanecer aislados, por ejemplo, por coronavirus.
Por otra parte, en los seguros encontraremos otras coberturas muy útiles. Suelen cubrir la posibilidad de regresar a casa por un problema familiar, asistencia legal, traducción, cobertura ante retrasos y cancelaciones de transportes, pérdida o robo del equipaje o la cancelación total del viaje. Además, cada cobertura suele tener detallado un gasto máximo, que deberemos siempre consultar antes de contratar el seguro.
¿Qué hacer cuando surge un problema?
Al contratar el seguro, recibiremos un número de teléfono que está activo 24 horas al día. En caso de vernos en cualquier situación en la que precisemos utilizar el seguro, deberemos llamar a este número inmediatamente.
A continuación, deberemos dar el nombre de la persona asegurada, el número de póliza y decir dónde nos encontramos y cómo pueden contactarnos. En este sentido, es una buena idea llevar esta información en nuestro móvil y una copia en papel.
Asimismo, cuando recibamos un servicio (atención médica, medicamentos, transporte, etc.) deberemos siempre pedir una factura o certificado y guardarlos. Y es que nuestro seguro puede necesitar esta información.
Ante cualquier imprevisto, es muy importante mantener la calma y seguir las instrucciones del seguro. Así, nos aseguraremos de recibir la mejor atención, evitaremos problemas posteriores y podremos disfrutar de todos los beneficios de viajar.
Recuerda que ASISA pone a tu disposición su seguro de asistencia en viajes en este enlace.
Recuerda:
- El seguro de viaje no es obligatorio para acceder a la mayoría de países, pero es muy recomendable.
- Debe contratarse el seguro de viaje tan pronto se hagan reservas.
- Si necesitamos utilizar el seguro, debemos llamar inmediatamente al número que nos hayan facilitado y seguir sus instrucciones.