Los castillos y fortalezas son edificaciones muy características en el paisaje europeo. Los amplios y robustos muros de estas joyas arquitectónicas han sido testigos de los hitos más importantes de la historia del viejo continente. Han sido el hogar de reyes, reinas y nobles, y sus murallas, puentes elevadizos, torreones y salones son hoy un importante reclamo turístico. Te contamos los siete castillos de Europa más impresionantes.
Construidos principalmente con intención bélica, estos castillos de Europa varían en estilo y características según la región en la que se encuentren. En esta lista, te presentamos los castillos más impresionantes de Europa.
Castillos de Europa: el Castillo de Sirmione, en Italia
Este castillo del siglo XIII se encuentra al final de la estrecha península de Sirmione, rodeado por las aguas del Lago di Garda. Construido por la familia Della Scala para defender sus dominios, es un raro ejemplo de fortificación portuaria medieval, que cuenta con muelle y paso elevadizo. Forma parte las fortalezas más antiguas de Europa, y destaca por su torreón de 37 metros de altura.
Además, visitar Sirmione no solo merece la pena por el castillo. El pueblo cuenta con varios centros termales cuyas aguas son ricas en azufre, muy beneficiosas para la salud. Estas aguas manan naturalmente de las profundidades del Lago di Garda y son un importante atractivo para los turistas en Italia.
Castillo de Trakai, en Lituania
Esta fortaleza rojiza se encuentra a poco más de media hora de la capital del país báltico, Vilna. Aunque el castillo que puede visitarse hoy es una reconstrucción del siglo XV, lo cierto es que fue construido en el XIV por Kęstutis, gran duque de Lituania. Cuenta la leyenda que el duque construyó el castillo en mitad de una isla para complacer a su mujer, que añoraba el mar de su ciudad natal.
En invierno, las aguas del lago Galvé, donde se encuentra el castillo, se congelan. Esto permite acceder al castillo caminando sobre el hielo. Castillo de Trakai, es uno de los siete castillos de Europa más impresionantes para los visitantes.
Otro Castillo de Europa: el Castillo de Kronborg, en Dinamarca
El Castillo de Kronborg se erige en la ciudad danesa de Helsingør, cerca de la entrada de Øresund, el canal que separa a Suecia de Dinamarca. Construido por el rey Federico II entre 1574 y 1585, la fortaleza fue reconstruida como palacio en 1629 tras un fuerte incendio. Este edificio renacentista sirvió de inspiración a Shakespeare para ambientar su conocida novela, Hamlet.
Castillo de Neuschwanstein, en Alemania
Este castillo se sitúa entre las colinas y lagos del desfiladero de Pöllat, en los Alpes Bávaros, al sur de Alemania. El enclave, construido en 1869, no tuvo ninguna funcionalidad bélica. Atendió a las ideas fantasiosas y romantizadas de los castillos medievales del rey Luis II de Baviera, el Rey Loco. Es el uno de los monumentos más fotografiados y visitados de Alemania: cada año acuden 1.4 millones de personas a visitarlo.
Torre de Belém, en Portugal
La Torre de Belém fue construida en el siglo XVI para defender a Lisboa de naves enemigas, situada estratégicamente en la desembocadura del río Tajo. Ahora convertida en un símbolo de Lisboa, también sirvió como prisión, faro y punto de partida de los navíos.
Castillo de Bojnice, en Eslovaquia
El castillo de Bojnice, ubicado a dos horas al norte de Bratislava, se ha convertido en un monumento imprescindible que visitar en Eslovaquia. Inicialmente construido en madera durante el siglo XII, pasó por las manos de diferentes familias de nobles que fueron dejando su huella. Actualmente, presenta un estilo romántico con elementos góticos y renacentistas, y es parte del Museo Nacional Eslovaco.
Castillo de Chambord, en Francia
Este castillo fue construido por Francisco I de Francia durante el siglo XVI como símbolo de su poderío, aunque tan solo sirvió como pabellón de caza. Actualmente, la majestuosa construcción forma parte de los Castillos de Loira, Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2000.