En las ciudades modernas, dominadas por el asfalto, los edificios y la contaminación, la naturaleza parece haber quedado relegada a un segundo plano. Sin embargo, tener un pequeño huerto en casa puede ser la forma definitiva de reconectar con el entorno natural. Además, cultivar nuestras propias plantas ha demostrado ser beneficioso para el medioambiente.
Empezar un huerto en casa está al alcance de cualquiera. No importa si vives en un apartamento pequeño o en una casa con jardín: con un poco de dedicación y siguiendo los consejos adecuados, es posible convertir cualquier espacio en un rincón verde lleno de vida.
Beneficios de tener un huerto en casa
Además de la satisfacción de ver crecer y cosechar nuestras propias verduras y hortalizas, tener un huerto en casa nos puede aportar los siguientes beneficios:
- Alimentación saludable: cultivar nuestros propios alimentos nos asegura que estos son frescos y están libres de productos químicos potencialmente dañinos.
- Sostenibilidad: al reducir el consumo de alimentos empaquetados y transportados desde largas distancias, se contribuye al cuidado del medioambiente.
- Bienestar mental: trabajar en un huerto es una actividad relajante que ayuda a reducir el estrés y mejora el estado de ánimo.
- Educación y concienciación: esta es una forma práctica de aprender sobre la naturaleza, los ciclos de cultivo y la importancia de cuidar nuestro entorno.
Además, el hecho de cultivar un huerto en casa puede ayudarnos a tener más presente la importancia de la calidad de los alimentos que compramos. Así, seremos más conscientes de su origen, procesos de distribución y otros aspectos clave como la seguridad alimentaria.
5 consejos clave para empezar tu huerto en casa
Si te ha picado la curiosidad por el mundo del cultivo, aquí tienes una guía práctica para iniciarte en el mundo de los huertos caseros en 5 sencillos pasos:
- Elige el lugar idóneo: el primer paso es encontrar un espacio con suficiente luz solar, ya que la mayoría de las plantas necesitan entre 4 y 6 horas de luz al día. Puede ser un balcón, una terraza o incluso un rincón soleado en tu cocina.
- Escoge los recipientes: aunque lo más habitual es usar macetas, estas no son la única opción. Quizás te encaje mejor emplear una mesa de cultivo o un jardín vertical.
- Elabora un buen sustrato: la calidad del sustrato es clave para el éxito de tu huerto. Elige una mezcla de tierra fértil con abono orgánico o compost. Debe ser ligero para facilitar su manejo y no sobrecargar terrazas o balcones, contar con porosidad adecuada para una buena aeración y retención de agua, y ser capaz de retener nutrientes esenciales.
- Selecciona las plantas adecuadas: si eres principiante, comienza con plantas fáciles de cultivar como hierbas aromáticas (perejil o menta), lechugas o rábanos. Tienen ciclos de crecimiento cortos y no requieren cuidados excesivos, lo que las hace ideales para obtener experiencia.
- Establece un sistema de riego: mantener la humedad del suelo es crucial, pero debes evitar el exceso de agua que pueda encharcar las raíces. De tal forma que puedes regar de manera manual o instalar sistemas de riego por goteo para facilitar esta tarea. O, incluso, puedes interesarte por los cultivos hidropónicos.
Por último, debes recordar que cultivar un huerto requiere tiempo y constancia. Es normal que al principio algunas plantas no prosperen como esperabas, pero no te desanimes. Observa, aprende y ajusta los cuidados según las necesidades de cada planta.