Una de las consecuencias más graves del cambio climático que estamos atravesando son las temperaturas extremas. Es decir, los inviernos son cada vez más fríos, y los veranos, más calurosos. En este sentido, mantener la temperatura lo más confortable posible en el hogar se ha convertido en todo un reto.
Sin embargo, existen maneras de que la temperatura del interior del hogar sea cómoda. Ahora bien, es muy importante que esto sea posible de la forma más sostenible y tener en cuenta que esa temperatura variará en función del momento del día y la estación del año.
¿A qué temperatura debe estar nuestro hogar?
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura ideal en el hogar se sitúa entre los 20 y los 21ºC durante el día. Por la noche, un intervalo de entre 15 y 17ºC es suficiente para un descanso sano. En otras palabras, estos serían los rangos ideales para conseguir el equilibrio adecuado entre confort y eficiencia energética.
Temperaturas más altas que las indicadas no suelen ser beneficiosas para nuestro organismo. Por tanto, si sentimos que tenemos frío, es mejor abrigarse un poco más que poner la calefacción más alta. Además, por cada grado en que se incrementa la temperatura de una vivienda, el consumo energético aumenta en un 7%, al igual que el gasto en calefacción y en emisiones de dióxido de carbono.
5 consejos para mantener la temperatura del hogar
Nuestras circunstancias pueden cambiar mucho a lo largo de la vida. Por ello, puede que en
Ahora que sabemos a qué temperatura debe estar la vivienda, es necesario saber cómo mantenerla. Estos son 5 consejos para lograrlo:
- Controlar la humedad: la humedad puede aumentar la sensación térmica, tanto del frío como del calor. El nivel de humedad no debe superar el 60%, y para lograrlo, podemos valernos de humidificadores (si el ambiente es muy seco) o deshumificadores (si es muy húmedo).
- Invertir en un buen aislamiento: tanto el frío como el calor se pueden ir fácilmente por la ventana. Por tanto, tener ventanas con un buen aislamiento favorecerá una buena temperatura en el interior de la casa. También se puede emplear pintura aislante en las paredes para retener la temperatura deseada.
- Jugar con las alfombras: aunque se entienden como elemento de decoración, las alfombras tienen un papel relevante a nivel térmico. Esto se debe a que el suelo representa un área de pérdida energética muy grande, sobre todo, en invierno.
- Ventilar en el momento correcto: ventilar la casa es necesario para que el hogar sea salubre. Se recomienda abrir las ventanas hacia el mediodía en invierno y por la noche o por la mañana en verano. 10 minutos de ventilación son suficientes para renovar el aire de una estancia.
- Aprovechar la luz solar: si hace frío, tener las persianas subidas cuando hace sol es el mejor remedio para mantener la temperatura de la casa. En cambio, en verano, se recomienda bajar las persianas y huir de la luz para evitar un aumento excesivo de la temperatura en el hogar.
Por último, es recomendable revisar bien los termostatos (y su correcto funcionamiento) para no pasarnos de calor ni de frío dentro de casa.