La economía circular es un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales existentes. De este modo, se evita el gasto y consumo desmesurados, en favor de una vida útil más larga de los productos ya existentes.
Dicho de otra manera, la economía circular se contrapone al modelo económico tradicional al eliminar la filosofía de usar y tirar. En la práctica, supone reducir al mínimo los residuos y establecer vías de reutilización de los productos. El objetivo es lograr un mundo más sostenible desde el punto de vista económico.
Cinco beneficios de la economía circular
Es importante saber que actualmente existe un Plan de acción europeo para la economía circular, que favorecerá que este sistema se implante en nuestra economía. Esto se debe a que los beneficios son varios. Estos son 5 de ellos:
- Estimula la economía local: el proceso de convertir los residuos locales en materias primas no se puede deslocalizar. Por tanto, genera riqueza y empleo en el ámbito local.
- Ahorra en costes de producción: al trazar un ciclo productivo, las empresas se ahorran los costes de los materiales. Como consecuencia, el precio del producto final es más bajo.
- Los productos duran más: como la economía circular busca alargar la vida útil de los productos, se protege a los consumidores de fenómenos como la obsolescencia programada.
- Promueve la innovación: la necesidad de que nuestra economía sea más circular está impulsando la investigación e innovación. Es decir, se están buscando las fórmulas necesarias para reutilizar y transformar los residuos.
- Protege el medioambiente: la economía circular permite cuidar mejor a nuestros entornos naturales, ya que disminuye el uso de recursos naturales y limita el consumo de energía.
De la regla de la 3R a la regla de las 7R
Seguro que conoces las famosas 3R: reducir, reutilizar y reciclar. Sin embargo, en la actualidad, el nivel de acción de las 3R se considera limitado. Por eso, ahora existen las 7R propias de una economía circular. Son:
- Rediseñar: implica repensar los productos para que sean más sostenibles. Por ejemplo, hacerlos biodegradables o reutilizables.
- Reducir: el cuidado del medioambiente implica disminuir la cantidad de productos que consumimos y residuos que generamos. Recuerda que el mejor residuo es el que no se produce.
- Reutilizar: esto es, alargar la vida útil de las cosas, ya sea volviéndolas a usar o dándoles una nueva vida.
- Reparar: a veces, el hecho de que un objeto se estropee no supone que haya que tirarlo. Repararlo puede ser más barato y mejor para el medioambiente.
- Renovar: actualizar objetos antiguos. Por ejemplo, en vez de tirar un mueble, se puede intentar modernizarlo.
- Recuperar: implica recoger materiales usados anteriormente para reintroducirlos en el proceso productivo.
- Reciclar: la regla más conocida, consiste en utilizar materiales previamente usados para crear productos nuevos.
Es importante tener en cuenta que todos debemos poner nuestro granito de arena para contribuir a que la economía sea cada vez más circular. Y tú, ¿qué vas aportar para hacerla realidad?