El plástico es uno de los materiales más utilizados en el mundo. Está presente en más productos de los que pensamos, y forma parte de nuestro día a día. En este sentido, se calculan en millones las toneladas de plástico que hay en el mar. No existe una cifra exacta porque no se conoce, con precisión, el alcance de los microplásticos en este ecosistema.
Algunas cifras apuntan a más de 370 millones las toneladas de plástico que se producen cada año en el mundo. Aunque está muy extendida la importancia de reciclar este material, muchas veces acaba convertido en basuraleza, y otras, en microplásticos.
¿Qué son exactamente los microplásticos?
Como su propio nombre indica, los microplásticos son piezas pequeñas de plástico, en general, de menos de 5 milímetros de diámetro. Normalmente, provienen de productos que usamos habitualmente: neumáticos, artículos de limpieza, envases, cosmética, etcétera. Todos ellos pueden reducirse a pequeños fragmentos, y pueden hacerlo de dos maneras:
- De forma directa: el lavado de ropa sintética y el roce de los neumáticos contra el asfalto son dos de las mayores fuentes de microplásticos primarios. Es decir, el uso del propio producto conlleva la generación de microplásticos.
- Por degradación: cuando las bolsas, botellas y otros restos de plástico se depositan en el medioambiente, comienzan a degradarse. Esto no significa que se integren en la naturaleza, sino que se rompen en piezas cada vez más pequeñas sin llegar a desaparecer, formando microplásticos.
Efectos de los microplásticos sobre el medioambiente y la salud
El principal peligro de los microplásticos reside en que muchos animales pueden ingerirlos, ya sea porque los confunden con comida o por accidente. Como consecuencia, un estudio de 2018 calculó en 11.000 las piezas pequeñas de plástico que ingiere una persona que consume marisco de forma habitual.
Además, diversas investigaciones han encontrado fragmentos de plástico en la sal, la miel, el azúcar o el agua que consumimos. Tanto es así, que un estudio llevado a cabo en Barcelona halló microplásticos en la orina de todos los participantes.
No se conoce exactamente qué efectos pueden tener los microplásticos sobre nuestra salud. Los expertos apuntan a que pueden causar daño sobre nuestras células, aunque es algo que todavía no se ha podido demostrar. Es por ello que el objetivo, en los próximos años, es conocer a fondo cuál va a ser el impacto de estos pequeños componentes en nuestra salud y en el medioambiente.