La lactancia materna mejora la salud del bebé y de la madre

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El embarazo es un momento en la vida de la mujer en el que se toman muchas decisiones, entre ellas el método de alimentación de su bebé. En ese sentido, la cuestión se debate entre elegir una nutrición con leche artificial o bien decantarse por la lactancia materna. Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) se decanta por el amamantamiento, defendiendo que ésta práctica reduce la mortalidad infantil y tiene beneficios sanitarios que llegan hasta la edad adulta. A pesar de esto, los datos indican que menos del 40% de los neonatos son alimentados exclusivamente por leche materna.

Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM) en este post te contamos cuáles son los beneficios de elegir la lactancia materna frente a la leche artificial tanto para el bebé como para la madre.

La lactancia materna beneficia a los bebés y a las madres

Lo primero que tenemos que tener en cuenta sobre la lactancia materna es que se trata de la forma más eficaz de asegurar la salud y supervivencia de los niños. Además, no se presenta como método exclusivo, ya que a partir de los seis meses de vida es recomendable un refuerzo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años.

Generalmente se piensa que es únicamente el lactante el que obtiene beneficio de esta práctica alimentaria pero, realmente, tanto él como la madre presentan mejoras en la salud. En el caso del bebé, la leche materna le aporta todos los nutrientes necesarios para su desarrollo como las proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas. También presenta anticuerpos que lo protegen de enfermedades y reduce la posibilidad de que sufran enfermedades en el futuro como: alergias, enfermedades de la piel, neumonía, estreñimiento o diabetes. A través de la lactancia materna se promueve el desarrollo sensorial y cognitivo del bebé, protegiéndolo de enfermedades infecciones y crónicas.

Para las madres elegir amamantar puede resultar muy positivo. Más allá del vínculo que se crea entre la madre y el niño al dar el pecho, encontramos varios puntos a tener en cuenta a la hora de decidir; el primero de ellos es que ayuda a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovárico a largo plazo, y facilita la recuperación del peso anterior al embarazo.

¿Qué otras opciones tenemos disponibles?

Hemos hablado de los beneficios para la salud de la lactancia materna pero, ¿qué ocurre con aquellas madres que no pueden recurrir a ella?

Como recomendación de la OMS, y a pesar de la existencia de una gran cantidad de leches artificiales en el mercado, la mejor alternativa si no tenemos la opción de realizar la lactancia materna propia es la leche pasteurizada de madres donantes. Esta leche se puede encontrar en los bancos de leche materna situados dentro de los hospitales y con esta práctica contribuiremos a mejorar el sistema inmune del niño.

Ahora ya sabes, si has sido madre hace poco o estás pensando serlo, recuerda que la mejor opción para tu bebé es la lactancia materna.